sábado, 26 de julio de 2008

Elenco peruano presenta "Arguedas, los ríos profundos"

Buenos Aires, 24 de julio (Télam).- El elenco de la obra "Arguedas, los ríos profundos", a cargo del prestigioso grupo peruano Cuatrotablas, fue presentado a la prensa este mediodía en el Teatro Nacional Cervantes, donde se producirá el estreno mañana viernes 25 a las 19.

La obra se verá en la sala Luisa Vehil del complejo (Libertad 815) y en ella actúan Fernando Fernández, Flor Castillo, José Carlos Urteaga y Juan Maldonado, dirigidos por Mario Alejandro Delgado Vásquez con asistencia de Fernando Olea Vargas.


El estreno es el primer episodio de una trilogía, "Arguedas, el suicidio de un país, en la que Cuatrotablas revaloriza lo individual y grupal como una metáfora de la sociedad anhelada, en tanto "la narrativa arguediana fluye, incesante por ese cauce natural, sin rabia pero con luz", dijeron los intérpretes.

"Arguedas..." es una lectura coral, cantada y danzada de la novela "Los ríos profundos", considerada el más bello libro escrito por el autor peruano, nacido en 1911 y muerto por su propia mano en 1969.

Cuatro actores representan un "coro arguediano", inspirado en el coro griego y a través de sus acciones interpretan a Ernesto, un niño de 13 años turbado por sus descubrimientos del mundo y la relación compleja con su padre.

Interpretan además a los Ernestos adultos, al Arguedas profesor universitario, al Arguedas de sus pesadillas e insomnios y a las mujeres presentes y matriarcales.

Cuatrotablas nació en 1971 a través de un grupo de jóvenes conmovidos por las transformaciones sociales de la década del 60, partícipes a su modo de la sensibilidad generacional y contestataria que sacudía al Perú.

El ánimo generacional pronto varió hacia la indagación de la realidad peruana, por la propuesta de su director y fundador Mario Alejandro Delgado Vásquez.

Con algunos actores de aquel tiempo se propuso impulsar un nuevo teatro, popular y comprometido. Dos montajes de entonces cumplen ese interés: "Oye" -que los instaló en la celebridad nacional e internaciones- y "El sol bajo las patas de los caballos".

Entre 1972 y 1975 el elenco viajó a Caracas, Quito, Berlín, París y La Habana y participó en la formación del nuevo teatro latinoamericano, acercándose a una metodología renovadora del trabajo teatral: la creación colectiva, que venía desarrollando el Libre Teatro Libre de Córdoba (Argentina).

Dijo Delgado Vásquez que había que "encontrarle a la narración arguediana una técnica física y vocal, que, a través de un coro a la manera del teatro originario propio de todas las culturas, encontrara una estética que pudiera expresar 'el asombro'".

"Un año tratamos de hallar la acción dramática en los tres primeros párrafos del primer capítulo, y en esa profunda y obstinada exigencia, la estética del coro arguediano. Ensayo y repetición", describió.

Y añadió que un año después los cuatro actores pudieron improvisar la lectura dramática de "Los ríos profundos", que a manera de un guión extraordinario, capítulo por capítulo y en una síntesis de los textos que contenían las acciones dramáticas, dieron a luz cuatro Ernestos de diversas edades.(Télam).- hp-da 24/07/2008 18:50

Telam
Agencia de noticias de la República Argentina
jueves 24 de julio, 6:50 PM

viernes, 25 de julio de 2008

El linaje de un oficio teatral

El grupo peruano, fundado en 1971, marcado por Grotowski y Barba, trabaja sobre un texto de Arguedas.

LA OBRA ES UN RELATO CORAL CON LA IMPRONTA DEL TEATRO ANDINO. EL GRUPO CUATROTABLAS ES UNO DE LOS MAS ANTIGUOS Y CON HISTORIA DEL TEATRO LATINAOMERICANO.

Cuatrotablas de Perú, fundado en 1971, es uno de los grupos de teatro de mayor trayectoria en latinoamérica. Con dirección de Miguel Delgado Vázques, presentará desde este fin de semana, en el Teatro Nacional Cervantes, su último trabajo Arguedas, los ríos profundos, una creación colectiva basada en la novela de José María Arguedas Los ríos profundos.

Cuatrotablas pertenece a una tradición teatral ligada a otros grupos como el colombiano La Candelaria, dirigido por San tiago García; el ecuatoriano Malayerba, del director argentino Arístides Vargas; Teatro de los Andes, de César Brie y Yuyachkani, de Miguel Rubio. Grupos que tienen un promedio de treinta años de experiencia. En el caso de Cuatrotablas, con una fuerte impronta en sus trabajos tras el contacto creativo con Jerzy Grotowski y Eugenio Barba.

Arguedas, los ríos profundos es un espectáculo coral, con fuertes reminiscencias del teatro andino. La obra sigue a Ernesto, personaje central de la novela, y desde su mirada de niño se interna en una serie de acciones que involucran al resto de los personajes para dar cuenta de distintos momentos y paisajes de la novela.

Además, Arguedas, los ríos profundos integra la trilogía Arguedas, el suicidio de un país, basada en la figura y obra del escritor peruano que se suicidó en 1969. "El laboratorio sobre Los ríos profundos- señalan sobre su extenso proceso de trabajo- nos llevó inevitablemente al tema del suicidio; y de ahí a los textos. Con Arguedas se suicida el viejo país".

Diario El Clarín

jueves, 24 de julio de 2008

Cuatrotablas con Arguedas este viernes 25 estreno en Salón Dorado del Teatro Cervantes - Argentina


SALA LUISA VEHIL (SALÓN DORADO)

Julio

Espectáculo internacional

El Grupo de Teatro Cuatrotablas, de Perú
Presenta

Arguedas, los ríos profundos

Creación colectiva sobre "Los ríos Profundos" de José María Arguedas

Desde su inicio al comenzar los años '70, el grupo Cuatrotablas siempre liderado por su director y fundador Mario Delgado Vásquez, ha creado más de 40 espectáculos y ha intercambiado a nivel técnico y humano con diversos maestros y grupos nacionales y extranjeros dedicados al trabajo del actor como una pedagogía grupal. Su renombre mundial lo ha alcanzado a través de sus múltiples giras por América y Europa.

"Esta obra es una lectura coral, cantada y danzada de "Los Rios Profundos", el más bello libro escrito por José María Arguedas… Como el objetivo era hacer una creación colectiva sobre Arguedas y su obra, llegamos a la conclusión de que ésta era no sólo la novela más bella y perfecta de su producción literaria, sino la más teatral por su excelente narrativa plena de una acción inagotable y desbordante..."
Cuatrotablas

Con Fernando Fernández, Flor Castillo Alama, José Carlos Arteaga y Juan Maldonado

Asesoría dramaturgia Fernando Olea
Asesoría musical María Rosa Salas
Asesoría técnica José Miguel de Zela
Diseño de luces Beto Romero

Dirección Mario Delgado Vásquez

Funciones: jueves, viernes y sábados a las 19.00 horas. Domingos 18.30 horas.
Fecha de estreno: viernes 25 de julio
TEATRO CERVANTES


Libertad 815 (mapa)Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4816-4224
Entrada: $ 20,00 - Domingo, Viernes y Sábado - 19:00 hs - Hasta el 10/08/2008
Entrada: $ 15,00 - Jueves - 19:00 hs - Hasta el 10/08/2008

domingo, 20 de julio de 2008

Los Ríos Profundos: Para entender a Cuatrotablas

Para aquellos que no tuvimos la oportunidad de conocer al mítico grupo Cuatrotablas en sus inicios, siempre bajo la dirección de Mario Delgado desde hace 30 años, resulta difícil entender a cabalidad el más reciente espectáculo del grupo: “Los ríos profundos”, basado en la obra de José María Arguedas, por toda la historia que lleva a cuestas y que queda estancada en el recuerdo de quienes presenciaron los hechos escénicos en su momento. La magia del video no es aún lo suficientemente fidedigna para transmitirnos la verdadera trascendencia del grupo en la historia del teatro peruano, como en este video de “Oye” (1979).

La labor de investigación y trabajo en equipo, le ha brindado a Cuatrotablas una notoriedad que traspasa fronteras. “Los ríos profundos” aborda la historia de Ernesto, un niño que debe vivir entre dos culturas (la andina y la occidental), pues su padre abogado se ve obligado a viajar con regularidad. Es en ese contacto con la cultura andina, que el niño aprende a querer ese mundo, especialmente sus usos y costumbres ancestrales, pero también debe enfrentar la maldad del ser humano personificada en diversos personajes. Delgado busca entonces, como principal objetivo en su montaje, “ernestizar” al Perú, es decir, buscar que la obra de José María Arguedas sea reconocida a nivel nacional.

La puesta teatral está basada en los tres primeros capítulos del libro de Arguedas y cuenta para su ejecución escénica con un coro arguediano de lujo: Fernando Fernández, Flor Castillo, José Carlos Urteaga y Juan Maldonado, quienes interpretan a los diversos personajes, empleando magistralmente la voz, la expresividad corporal, el manejo del espacio y de los elementos en el escenario, y alternan las variadas representaciones: el adulto, el adolescente, el niño y la mujer, en una hermosa mezcla de teatro-danza-música.

Argumentando que en este último montaje, Cuatrotablas no ha podido adaptar sus principios de actuación a la interpretación de un texto narrativo ya preestablecido, Santiago Soberón escribió en El Dominical: “Por el momento, Los ríos profundos demuestra que en todos estos años no ha habido (…) proceso de reinvención en el propio grupo.” Tal vez para quienes siguen el grupo desde su fundación esta premisa puede ser válida, pero para quienes recién podemos disfrutar de sus espectáculos en la actualidad, podemos afirmar que Cuatrotablas mantiene no sólo su vigencia, sino también la posibilidad de presentar montajes de gran calidad, con un sello propio que les conseguirá nuevos adeptos en estas nuevas generaciones.

Sergio Velarde
20 de julio del 2008

jueves, 10 de julio de 2008

Lamento Andino


Los Cuatrotablas señalan que se han sumergido cinco años en el universo arguediano para hacer esta obra, y eso se nota. Lo ideal para disfrutar de esta pieza colectiva es conocer al menos un poco del novelista y de sus libros, sin que esto quiera decir para nada que estamos frente a una recitación sin sentido teatral de los textos de Los Ríos Profundos.

En ese sentido, es un acierto colocar juntas las cuitas del pequeño Ernesto –alter ego del novelista- y su padre recorriendo los pueblos de la sierra al lado de un atormentado y ya mayor Arguedas. Desde las primeras escenas, en que se juguetea con una pistola a la altura de la sien, se establece un sugerente diálogo entre las ficciones del escritor y su propia vida y fin.

No es una pieza que siga un patrón convencional .Los cuatro actores interpretan alternativamente los personajes del clásico libro de Arguedas y pasajes de otros textos suyos, imprimiéndole a cada palabra movimiento. Es cierto como se promociona que el elenco funciona como una suerte de coro griego con sello andino, pero añadiéndole algo de danza moderna y canto. Es en suma una reelaboración desenfadada de un clásico de nuestra literatura, apuesta riesgosa de la que salen bien parados.

Ernesto Carlín
Diario el Peruano

lunes, 7 de julio de 2008

Diarios ardientes de teatro

BÚSQUEDAS. Cuatrotablas ha sido invitado por el Teatro Cervantes de Buenos Aires para un encuentro internacional. Presentará "Los ríos profundos", un montaje arguediano fruto de cinco años de trabajo. Mario Delgado, su director, abre su archivo y descubre lazos al pasado.

Por David Hidalgo Vega

Algunas palabras escritas pesan como cicatrices. Se ve a la hora de abrir los cajones, entre papeles amarillos que describen momentos creativos o cataclismos emocionales. "Nunca pensé que alguien iba a leer esto", dice Mario Delgado, director de Cuatrotablas, un laboratorio fundamental del teatro peruano. En el altillo más importante de su refugio, en Chorrillos, la frase tiene algo de confesión. Este es el corazón de su archivo, y entre las repisas de un aparador están los documentos de casi cuatro décadas de exploraciones interiores. Hay archivadores modernos que guardan hojas marchitas, cuadernos trajinados con pulso de caligrafista, sobres manila que fermentan recuerdos de 35 espectáculos en 37 años de pálpitos. "Es la memoria sin digitalizar, apuntes, notas de los procesos creativos", precisa Delgado. Basta unos cuantos para confirmar el riesgo de toda mirada al pasado: puede traer recuerdos lúcidos, pero también oscuridades.

Estocolmo. Cuatro grados bajo cero. Todo blanco. Aristocracia, democracia. Todo al desnudo, nada se oculta. Soledad. Viva el rey y su reina. Vivan las drogas y los borrachos. Viva el alcohol. Viva la soledad. Cuna de la aristocracia. Estocolmo, cuna de la cultura. Aquí hemos llegado, al último lugar por conocer en esta aventura. Suecia. Hace un año era un imposible. Hoy es una realidad concreta. Hermoso, todo muy hermoso. La vida es extraordinaria. Hemos comenzado a recibir flores. Es el año de las flores. De los colores. Año de los tulipanes.

El apunte es de 1977. Segunda gira por Europa. La revisión de esta mañana empuja a Delgado hacia un tiempo trascendental. "Ese año llegamos a nuestro punto de investigación más alto y fue tan incomprendido", recuerda el capitán de esta verdadera nave nodriza teatral. Era el tiempo de su triunfo exterior, cuando viajaron al encuentro del teatro de vanguardia europeo y fueron recibidos como príncipes incaicos. Delgado habla de esos días con una nostalgia enrarecida. No olvida que esa cúspide marca también sus conflictos más profundos. "Éramos los pioneros, nos metimos a la fiesta popular, tomamos de allí, e hicimos nuestra propia fiesta, intuitivamente", señala. Pero el país al que regresaron no los miraba igual.

El momento clave de esa fractura fue la obra "Encuentro", de ese mismo año. El grupo presentó un montaje en que los actores usaban ponchos y hablaban un dialecto basado en el quechua, pero inventado en su propio laboratorio. "A la distancia, pienso que era duro: ver en escena a unos indios que eran violentamente aculturados, a los que les arrancaban el poncho para ponerles camisa y pantalón", recuerda Delgado. El impacto en el público replicaba en el elenco. Puede leerse en la notas de las sesiones: los actores hablaron del estreno en Ayacucho como una experiencia frustrante, como una ilusión quebrada. La psicoanalista que apoyaba al grupo sugirió posibles autocríticas. El director apuntó la palabra 'narcisismo' para describir cierto rasgo en uno de los actores. Las sesiones de laboratorio podían ser muy duras.

El absurdo de este pobre mundo ha perdido su conciencia, no el equivalente a la locura. La pérdida total de la conciencia. Miles y miles de millones de hombres perdidos, sin identidad, naufragando en este tormentoso mar del ciudadano común. Manejados, conducidos, dirigidos por unos pocos, víctimas a su vez de este mundo monstruoso, con mecanismos monstruosos, que los han convertido en guardianes y reclusos. Sin embargo, la fe existe. La pureza, la vida, el afecto, la fe en un mundo nuevo. Alguien dijo: "Hay que liberar a los pobres de su miseria y a los ricos de su pecado".

El dilema de esos días parece renacer hoy, treinta y un años después, con la propuesta más reciente del grupo. El montaje de "Arguedas: Los ríos profundos" ha atravesado el mismo camino de tensiones de otras propuestas en la historia del grupo. La obra llevaba el título original de "Arguedas: el suicidio de un país". Era una metáfora sobre la muerte del país feudal que denunció el escritor, pero tuvo que ser cambiada ante algunas voces susceptibles. "Yo creo que Arguedas sigue marcado por el estigma del suicidio, de lo cholo y la cuestión subversiva de su ex mujer. Desgraciadamente es así", se queja Delgado. "Está bien para la vitrina y los homenajes, pero no para el millón de personas que podrían verlo en las zonas populares".

Entre los papeles del archivo aparece una carta que alivia el sabor amargo. Fue escrita hace décadas, por un espectador alemán entusiasmado con su propuesta:

El teatro como un refugio en este mundo destruido. El lugar donde se concentran los valores de la vida humana, de los pueblos incapaces de realizar sus deseos más concretos, profundos. Entonces el teatro, como la base del ser humano, ha vuelto a venir en los momentos en que la gente de hoy tiene que regresar y reconocer sus raíces. El actor, en ese sentido, es la garantía de que continúan las verdades culturales, del ser, del hombre, del actor como reflejo de estos. Qué tarea la de ustedes, qué felicidad.

Delgado asume que su itinerario creativo ha honrado esa impresión. La prueba son los recordados Encuentros de Ayacucho, hitos en la historia del teatro nacional. En esas cumbres para grupos de creación se han forjado varios de los más importantes proyectos de las últimas décadas. La primera cita, de 1978, apenas reunió cuatro propuestas. Diez años después, el segundo encuentro atrajo catorce elencos y alguien se felicitó por esa fertilidad. En 1989, para las tres décadas, una nueva asamblea reunió a más de 600 personas de lo que Delgado denomina "el país teatral" y del extranjero.

En noviembre próximo, cuarenta años después de la iniciativa original, la ciudad emblema del dolor será sede de una cuarta cruzada del grupo. La repercusión hacia afuera ha llevado a denominarla XI Encuentro Internacional de Teatro de Grupo Ayacucho 2008.

BREGA PERPETUA

Hay una línea central en la propuesta de Cuatrotablas y Delgado la define ahora, rodeado de sus papeles históricos. Es un discurso andino que no siempre ha sido bien recibido por la crítica. "En los años ochenta agarramos a Sófocles, Shakespeare y buscamos en la tradición andina a los seres míticos que podían equipararse con sus personajes clásicos. Los presentamos con actores vestidos con trajes de Taquile. Eso no lo soportó la crítica. Hubo voces violentas. Decían que con qué derecho nos vestíamos de indiecitos para recitar a Shakespeare e impresionar a los europeos".

El desafío de experimentar supone exponer hasta el alma propia. Pasó con "Equilibrio", una obra de los años setenta en que Cuatrotablas hacía catarsis tras la dura experiencia de confrontar el imaginario oficial. El ejercicio consistía en que cuatro actores se representaran a sí mismos, con sus heridas y conflictos. "En el estreno una directora muy importante dijo: '¿Y a quién carajo le interesa la vida de Cuatrotablas?'. Otra persona que estaba allí le respondió: 'Mira, si la vida de los seres humanos no interesa a los otros, ¿en qué país estamos?'. Fue muy fuerte".

Cuatro décadas después, el prestigio del grupo haría suponer que ciertas crisis están superadas. Pero ocurre que el tiempo es circular y en ninguna parte queda más claro que en el teatro. Delgado ha vuelto a vivir en un cuarto, pues vendió su departamento para sobrevivir los cinco años que le ha tomado el proyecto de "Los ríos profundos". Y tuvo que pedir el mismo sacrificio de hace mucho a sus actores. Ha sido como volver a 1977, su año crucial. "Volver a la metodología, al trabajo físico y el sentimiento", precisa. La crisis de esta etapa es sentir que deben volver a triunfar en el extranjero, esta vez en Buenos Aires, para convalidar sus triunfos ante los auspiciadores del Perú. La mística está descrita en un artículo inédito que figura en sus archivos:

Quiero creer que ser artista no es ser un loco, un paria. Un loco es un ser enfermo mental muy grave. Quiero creer que ser artista es ser un terapeuta de la más alta calidad que se reconoce primero a sí mismo como enfermo, enfermo ciudadano de una ciudad enferma, y que ha asumido el arte, el teatro, como un acto terapéutico social y nada más. Una tarea es como todas las otras. Y creo que es la tarea más urgente y necesaria, porque es la salud psíquica de la nación, tanto como la salud física y la educación son parte esencial de la construcción de la cultura en la humanidad.

Diario el Comercio 07-07-08 Contra Corriente

martes, 1 de julio de 2008

Grupo teatral Cuatrotablas presenta montaje de Los Ríos Profundos de José María Arguedas


Lima, jun. 28 (ANDINA).- Cuatrotablas se despide de los escenarios limeños, gracias a una invitación del Gobierno de Argentina para colocar en escena Arguedas, los ríos profundos en el salón Dorado del teatro nacional Cervantes de Buenos Aires. Por ello, vuelve a retomar este montaje de notorio suceso en nuestro país, a partir del libro emblemático de uno de los mayores escritores peruanos. Después de casi cinco años de investigación y trabajo conjunto –en los que recibieron asesoría de los dramaturgos Alfonso Santisteban y Fernando Olea–, Cuatrotablas ha logrado un montajeen que dialogan la danza y el canto durante el viaje a través del Cusco, realizado por Ernesto –el álter ego del escritor andahuaylino–, acompañado tanto de alegría como de tristeza.

Precisamente, con casi cuatro décadas de existencia promoviendo el teatro, Cuatrotablas, en respuesta a una necesidad no sólo expresiva sino también pedagógica, y a un vacío percibido en la población, sobre todo, infantil y juvenil, inició la campaña denominada “Ernestizar el Perú”. El primer paso de esta gran ruta fue el Festival Internacional de Teatro de Calles Abiertas (Fiteca).

Luego, llevaron el acto a Ayacucho, Cajamarca, Áncash y Huancayo, fieles a la propuesta lorquiana del teatro trashumante. Los escenarios de casas de estudios superiores, universidades y algunos colegios también acogieron el color y la intensidad de Arguedas.

Después de la primera acogida del público, Cuatrotablas decidió llevar el montaje a diversos escenarios de Lima. Por ello, a partir de la próxima semana realizará una breve temporada en el Icpna de Lima (2, 3, 9 y 10 de julio).

La obra
Arguedas, los ríos profundos es totalizante. El montaje no obvia, por ejemplo, la decisión suicida de Arguedas representada en el escenario en la parte final de la puesta en escena. Cuatrotablas toma, después de largas sesiones de laboratorio teatral, esta performance –el suicidio– como una metáfora que aterriza en la realidad peruana.

“Ingresar al mundo arguediano era para nosotros ingresar al asombroso mundo de su literatura. Como el objetivo era hacer una creación colectiva sobre Arguedas y su obra, llegamos a la conclusión de que Los ríos profundos era no sólo la novela más bella y perfecta de su producción literaria, sino la más teatral por su excelente narrativa plena de una acción inagotable y desbordante”, sostiene Mario Delgado, director de la agrupación.

“El laboratorio sobre Los ríos profundos nos llevó inevitablemente al tema del suicidio y el suicidio a los textos: ‘No soy un aculturado’, que leyera al recibir el premio Inca Garcilaso de la Vega; y las cartas del prólogo de El zorro de arriba y el zorro de abajo. El concepto Arguedas, el suicidio de un país es la conclusión. Con Arguedas se suicida el viejo país, el del pongo, el del viejo.”

Arguedas de Cuatrotablas


Ingresar al mundo de José María Arguedas es ingresar al Perú y todas sus contradicciones. El grupo CUATROTABLAS lo hace con cuatro formidables actores y logra trasmitir todo el valor telúrico del escritor suicida. Lo majestuoso del Perú aparece ante la mirada de un niño con todas sus reverberancias de magia y rencor.

Estos Ernestos que poseen el escenario con toda la parafernalia léxica del autor de Todas las Sangres, se expresan con la fuerza que solo un peruano puede tener cuando se refiere a Arguedas. La música en Quechua son el suficiente andamiaje atmosférico y las imágenes nos conducen por los cauces de vivencias bien vividas que han marcado el corazón sensible de un niño. Si hay algo que pueda marcar el corazón sensible de un niño es la visión de un Perú contradictorio con caminos como encrucijadas de donde no se sabe a ciencia cierta por donde tomar.

Esos son los Ríos Profundos de Cuatrotablas y Arguedas; son los ríos de la memoria que nos agobian a veces pero de los que tenemos que dar cuenta para exorcizar todos nuestros demonios y poder avanzar. Poder arribar siquiera a lo que propone como sueño el Arguedas del Zorro de Arriba, el zorro de abajo, que nos reconozcamos en el Perú de estos hervores para poder superarlos y llegar a hacer una sociedad de la concordia que todos queremos aunque sea por una vez vivir.

El Arguedas de Cuatrotablas es apenas un paso de este reconocimiento. Pero un paso bien ejecutado y sin dubitaciones.

Luis Paredes
Asociación Peruana de Crítica e Investigación teatral