viernes, 23 de noviembre de 2007

''Otra forma de hacer teatro'', entrevista a Mario Delgado en Córdoba Argentina


El director peruano Mario Delgado presentará en el Teatro La Luna el Laboratorio-Taller para actores: Laxion. Delgado integró junto al recordado actor y director cordobés Carlos Giménez el grupo “El Juglar” en el año 1969.
«En un mundo saturado por la violencia y la deshumanización, el teatro cumple una tarea fundamental como catalizador. Que mejor que con nuestros cuerpos y voces buscar esta expresión, que es el TEATRO, la Actuación, para hacer de nosotros un personaje, un haz de luz de vida, una forma de catarsis».

Con estas palabras explica Mario Delgado los ejes que cruzan su forma de conceptualizar el teatro. Y en la expresión, hay palabras que son claves para entender esta idea original que nació allá por el año 1974, cuando “Cuatro Tablas”, su grupo teatral tan solo estaba en los sueños de algunos. Cuerpos, voces, expresión, catalizador, época. Palabras llenas de significados, que, junto a un modo de trabajo, convirtieron otra forma de pensar el teatro.

Por una idea del Círculo Escuti, más la colaboración de diferentes instituciones locales, tendrá lugar desde hoy y hasta el viernes en el Teatro La Luna el desarrollo del Laboratorio-Taller para actores: Laxion, creado por el propio Delgado.

En diálogo con LA MAÑANA, Delgado explicó cómo es este método de trabajo, en el cual ya se formaron siete generaciones de actores, y que ya se presentó en salas de Europa.

- ¿Cómo nace esta forma de trabajo?

- Nosotros le llamamos laboratorio porque siempre hay una experimentación y una investigación. Tú experimentas con lo que investigas. Con anterioridad, con María Escudero, hicimos en algún momento un taller de experimentación en Lima, con lo que después sería “Cuatro tablas”. María nos enseña una serie de principios y reglas, que nosotros las hicimos nuestras. Eso esencial es lo que ha permanecido hasta hoy.

- ¿Cuáles serían los ejes del laboratorio?

- Hay un punto de partida metodológico, no como receta, sino como una forma de trabajar, una estructura que tiene reglas, que son para cambiarlas, y principios, que son inalterables. Pero las reglas que planteó Escudero quedaron para siempre. En este trabajo hay caminatas que distribuyen el espacio, podemos trabajar en grupo, pero respetando la individualidad. El actor trabajaba con sus propios proyectos, pero en ese espacio, y entonces se estimula. De tal manera, que cuando uno cambia las líneas, se modifica el movimiento en el espacio.

- El método presenta momentos, ¿cómo se explican?

- Después de muchos años de laboratorio llegamos a la conclusión de que la experimentación tenía momentos, un momento de concentración, otro de calentamiento y solamente después de eso hay un aprendizaje, que es interior, para luego llegar a la improvisación. El aprendizaje se hace después de ciertos ejercicios. Y sólo podemos construir si ya hemos aprendido. Y sólo cuando aprendimos ejercicios podemos generar secuencias, y cuando tenemos secuencias físicas nosotros podemos improvisar.

Mi método se convirtió en un método para improvisar. Yo digo que es necesario saber improvisar porque nosotros somos un teatro joven, latinoamericano, donde no tenemos un espacio físico único ni preciso, entonces tenemos que estar dispuestos a hacer teatro en cualquier lado.

A manera de síntesis, Delgado explica estos cuatro momentos: el calentamiento: que procura reconectar al actor con su columna vertebral con el fin de lograr la disposición de su cuerpo-herramienta para llegar a las otras etapas; aprendizaje: que promueve en el actor la confrontación y el cuestionamiento entre su grado de conciencia y el dominio de las naturalezas; la construcción: que impele al actor a iniciar una secuencia de ejercicios que le será útil como herramienta fija en la profundización rigurosa de su naturaleza física y la creación y la improvisación: que permite que el actor intente ir más allá de sus límites físicos, emocionales y/o mentales, poniendo a prueba su capacidad de riesgo, confianza y concentración, en el uso de la imaginación.

- ¿Cuál creés que es la esencia de este método?

- Sobre todo el tema del trabajo con las líneas en el espacio, generando un trabajo entre el grupo y de manera individual al mismo tiempo. Pero hay algo que me parece importante: el tema de los tres principios que el actor está recordando todo el tiempo que son: siente tu peso, respira, trabaja con tu equilibrio. Esos tres principios están presentes en todos los teatros del mundo y de los tiempos, desde el más tradicional al más comercial. Yo creo que todos los actores tienen que formar esta estructura interna para poder improvisar, ser consciente de la técnica, porque hay muchos que están compenetrados y te demuestran lo diferentes que son pero no te hacen sentir nada, entonces tienen que volver a sentirse. Todo lo que tiene que hacer un actor cuando viene al taller es una acción, pero en el sentido más total. Y eso es lo que quiero transmitir cuando hago los talleres.

- ¿Cómo pensás que se trabajará con los actores cordobeses?

- Yo creo que los actores acá en Córdoba son iguales que en Alemania, quizá intelectualmente son diferentes, pero cuando uno trabaja con cuestiones tan elementales y básicas, no es tan difícil. Cuando se dan cuenta de que en realidad es solamente otra manera de abordar el trabajo del actor, es más fácil.

El taller que dictará Mario Delgado se presenta desde hoy ( miércoles 21) hasta el viernes (viernes 23) en el Teatro La Luna (Pje. Escuti y F. Rivera), y tiene un arancel de $ 50. Hay cupos limitados, por lo que se pueden hacer inscripciones al 035-4608471. Se entregarán certificados.

Fuente: Diario La Mañana de Córdoba

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