Una Ofelia de amor, coraje y esperanza crítica del Navaja

Ofelia no debe morir, es la obra que la actriz alemana Jutta Linz presento desde el 17 hasta el 20 de mayo en el Centro Piloto de Cuatrotablas, (posiblemente va ver más funciones), y que me condujo a un sin fin de emociones, como amor, entrega, fuerza, convicción, sonrisas, terror, incertidumbre, dolor, …y no acabaría nunca de contar. Citare cada uno de las cosas que sentí en la función:

-Amor, cuando encarna un personaje tan enigmático y dulce como lo es la Ofelia de Hamlet, sobre eso llegamos a ver el alma de la actriz que se desnuda frente a nuestros ojos y podemos ver su corazón.
-Entrega, cuando vemos su lucha por trasmitirnos el texto en castellano, pese a que este no es su idioma natal, Jutta lo dice como lo siente y esa ‘’desventaja’’ se convierte en virtud.
-Convicción, en sus acciones, sus cambios de ritmo, seguros, prácticos y perfectos.
-Sonrisas, que se convirtieron en un respiro para los espectadores cuando nos sentíamos masacrados con la verdad frente a nuestros ojos.
-Terror, cuando se viste de negro y trasmite su furia, es chocante.
-Incertidumbre, quizás lo mas importante para mi en lo personal, cuan difícil es para nosotros identificarnos y tocarnos cuando se habla de Ernesto de los ríos profundos; para mi es la parte mas terrible, dura y cruel de la obra, casi me roba una lagrima, contenida por los prejuicios.
-Dolor, cuando se cita cada poema de Vallejo y Arguedas y nos sentimos tristes y melancólicos.

Ofelia no debe morir nos enseña algo mas fundamental a cada ser humano; a no rendirnos, seguir para adelante, la vida sigue, no estemos muertos en vida, levantémonos con mas fuerza en cada caída como Jutta Linz.