Nací en la costa del norte, Sullana llamada “La Perla de Chira”, provincia de Piura. Mi madre me dio a luz en la casa porque no había doctores de turno, entonces regresó y se acostó encima de una frazada en el suelo con una partera, hasta que dieron las 5 p.m. lista toda la población para ir a votar el domingo 18 de junio de 1978, motivo por el cual estaban solas.
Un recuerdo: En medio de la desconcentración para llegar a la concentración. Una saltasoga o liguero, una pelotita con yaces, un espejito, una muñequita campesina y un cuaderno hacen la compañía y complicidad a “Nina” casi nadie sabe de ella. Sólo aquella mujer que la ve a través de su ventana, sin que ella se de cuenta de su presencia, porque Nina es muy arisca y muy curiosa. Sin embargo, ya se dio cuenta de ese alguien de esa testigo afanosa y fiel al corrido y recorrido en la vida de Nina: entonces, la mujer finalmente es una actriz y esta dispuesta a luchar por representar lo que una vez escribió don Antón Chejov: “La Gaviota” donde se encuentra Nina, con sus miedos, con sus amores, con sus pasiones, con sus fracasos, con su aprendizaje de vida y quizá con algún éxito.
¡ Que soberbia! Representar, qué me habré creído? Para decir, que es lo que siente, lo que quiere decir y quería?
Puedo responder: Un silencio. ¡No, no puedo! Sólo me remito a presentar mis inicios.
Miriam Lila Fonseca Salvador. Estudié cinco años en la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático. Egresada en el año 2000 – 1996.
Participante en el Grupo Cuatrotablas desde el montaje “Usted mató una Gaviota” producto de la enseñanza de Mario Delgado en los dos últimos ciclos de la ENSAD (9º y 10º Ciclo) el cual se estrenó en Washington D.C. en el Festival del Teatro de La Luna, E.U.A. 2001.
Viajamos los cuatro alumnos egresados.: Sonia, Franco, Wady Fulton, Pilar Ochoa y yo.
A partir de esa experiencia tanto en el montaje y el aprendizaje., los días de ensayo y nuevas propuestas eran interminables en cada sesión, Mario nos decía “¡Con toda el alma! “Y si ustedes lo entregan todo, se les dará todo! ¡Hasta lo que no han pensado!”, así empezó mi relación con esas clases que eran una conclusión de algún libro empolvado. Sin embargo, se hacía vivo, con las enérgicas acotaciones del pedagogo y director. Sobre todo la fe y confianza que ponía en cada uno de nosotros, era perdurable. De esa manera fue conociendo el método Cuatrotablas y hoy junio 2007 me reencuentro.
Esta muestra confirmará mi “aprender” con mis maestros y guías. Y compartiré este suceso con aquellas personas que me visiten durante mi acción.
P.D. Si la GAVIOTA tiene las alas listas déjenla volar, esta vez no le quiebren sus alas.
Miriam Fonseca
Un recuerdo: En medio de la desconcentración para llegar a la concentración. Una saltasoga o liguero, una pelotita con yaces, un espejito, una muñequita campesina y un cuaderno hacen la compañía y complicidad a “Nina” casi nadie sabe de ella. Sólo aquella mujer que la ve a través de su ventana, sin que ella se de cuenta de su presencia, porque Nina es muy arisca y muy curiosa. Sin embargo, ya se dio cuenta de ese alguien de esa testigo afanosa y fiel al corrido y recorrido en la vida de Nina: entonces, la mujer finalmente es una actriz y esta dispuesta a luchar por representar lo que una vez escribió don Antón Chejov: “La Gaviota” donde se encuentra Nina, con sus miedos, con sus amores, con sus pasiones, con sus fracasos, con su aprendizaje de vida y quizá con algún éxito.
¡ Que soberbia! Representar, qué me habré creído? Para decir, que es lo que siente, lo que quiere decir y quería?
Puedo responder: Un silencio. ¡No, no puedo! Sólo me remito a presentar mis inicios.
Miriam Lila Fonseca Salvador. Estudié cinco años en la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático. Egresada en el año 2000 – 1996.
Participante en el Grupo Cuatrotablas desde el montaje “Usted mató una Gaviota” producto de la enseñanza de Mario Delgado en los dos últimos ciclos de la ENSAD (9º y 10º Ciclo) el cual se estrenó en Washington D.C. en el Festival del Teatro de La Luna, E.U.A. 2001.
Viajamos los cuatro alumnos egresados.: Sonia, Franco, Wady Fulton, Pilar Ochoa y yo.
A partir de esa experiencia tanto en el montaje y el aprendizaje., los días de ensayo y nuevas propuestas eran interminables en cada sesión, Mario nos decía “¡Con toda el alma! “Y si ustedes lo entregan todo, se les dará todo! ¡Hasta lo que no han pensado!”, así empezó mi relación con esas clases que eran una conclusión de algún libro empolvado. Sin embargo, se hacía vivo, con las enérgicas acotaciones del pedagogo y director. Sobre todo la fe y confianza que ponía en cada uno de nosotros, era perdurable. De esa manera fue conociendo el método Cuatrotablas y hoy junio 2007 me reencuentro.
Esta muestra confirmará mi “aprender” con mis maestros y guías. Y compartiré este suceso con aquellas personas que me visiten durante mi acción.
P.D. Si la GAVIOTA tiene las alas listas déjenla volar, esta vez no le quiebren sus alas.
Miriam Fonseca
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